INGREDIENTES PARA LA MASA:
4 cucharadas de mantequilla o margarina
10 cucharadas de harina
1 litro de leche + 100 ml. (1100 ml.)
100 gr. de chorizo
1 cucharadita rasa de sal
PREPARACIÓN:
En un cazo (a poder ser antiadherente ) ponemos la mantequilla, cuando empiece a derretirse añadimos la harina, rehogamos durante 1 minuto, para que esta ni se pegue ni se queme, pero no tenga sabor a crudo, (si observáis la foto veréis la diferencia de color entre la harina de la cuchara y la que ya está un poco tostada). Vamos deshaciendo los grumitos con la cuchara de madera y seguido añadimos el litro leche, damos unas vuelta y con la batidora terminamos de deshacer todos los grumos, empieza a quedarnos una salsa un poco espesa.
Echamos el ingrediente necesario para que sean del sabor deseado (en este caso son de chorizo) y dejamos cocer, sin dejar de dar vueltas, evitando que se pegue la masa, cuando ya vemos que está bien unida la bechamel con el ingrediente, echamos el resto de la leche y seguimos removiendo durante unos 5 minutos a fuego medio.
Hasta conseguir una pasta ligera, aunque nos parezca que es demasiado ligera para luego formar las croquetas, no os preocupéis, os diré que la margarina al enfriarse, hace que la masa esté más dura y consistente, por lo tanto podremos moldearla mejor.
Ponemos a enfriar en una fuente o bandeja.
PARA REBOZAR:
1 huevo
2 cucharadas de leche
harina
pan rallado
Tenemos preparado como se suele decir el tren de rebozado, los tres platos para ir pasando las croquetas.
Echamos un poco de leche al huevo para así conseguir que esté más ligero, también podéis añadir agua, como en la freiduría, pero a las croquetas les va mejor la leche.
Con la ayuda de una cuchara, tomaremos una porción de masa y la echamos al plato de la harina,( aquí el tamaño vuelve a ser al gusto, en los bares, cuando ponen pinchos de croquetas suelen ser más grandes, pero yo considero que al ser una masa, es mejor en porciones más pequeñas, pero eso vosotros, a vuestro gusto).
Damos una vuelta por la harina para enharinarla bien.
Con la mano izquierda manchada de harina, ponemos en la palma de la mano la porción de masa deseada, cerramos un poco la mano y con los dedos vamos dando la primera forma, con la mano derecha frotamos para terminar de darle forma.
Espolvoreamos un poco de pan rallado sobre una tabla de cocina, o sobre la mesa de trabajo directamente.
Con la ayuda de dos tenedores pasamos por el huevo y lo ponemos en el plato del pan rallado, lo empanamos de la misma forma que hemos hecho con la harina, y vamos colocando sobre la tabla.
Ahora solo nos falta freír, primero pondremos el fuego alto para que se caliente el aceite, y cuando vallamos a freír, bajaremos a fuego medio, así dominaremos nosotros a la fritura y no ésta a nosotros, en una sartén ponemos aceite, no hace falta llenar la sartén, pero si que deberemos poner una buena cantidad, acostumbraros al principio freír en una sartén mediana más bien pequeña, os manejareis mejor. Con dos tenedores vamos dando vuelta para que se frían por todo alrededor, no deis muchas vueltas, para que no se destrocen.
Al sacarlas las pondremos sobre papel absorbente, bien una servilleta o papel de cocina.
Listas para freír o para congelar si deseáis guardarlas para otro día, ya que las croquetas aguantan muy bien la congelación.