Se le atribuyen propiedades ansiolíticas y tranquilizantes, además de ayudar a combatir el insomnio, la irritabilidad y el dolor de cabeza.
CÓMO PREPARARLA:
Hervir 70 gramos de flores en 2 litros de agua y dejar reposar 15 minutos.
CÓMO UTILIZAR LA INFUSIÓN:
Luego, preparar un baño y agregar la infusión. Hay que sumergirse tranquilamente, durante media hora, hasta sentirse más relajado.
LAVANDA, CALMANTE Y FRAGANTE: De la sección para oler y comer: lavanda, perfume natural para ejercitar la memoria olfativa.
Originaria del mediterráneo y del Norte de África, la lavanda es una planta versátil que puede utilizarse en numerosas preparaciones:
SUEÑOS PÚRPURA:
Por sus propiedades ansiolíticas, es ideal para disminuir la ansiedad, irritabilidad e insomnio, basta con agregar una cucharadita de flores secas de lavanda a medio litro de agua hirviendo, dejar infusionar por tres minutos y colar. Agregar azúcar mascabado o miel de abeja para endulzar.
Si el estómago reclama después de una gran comilona, la infusión ayuda a mejorar la digestión.
EN LA COMIDA:
La sal de grano mezclada con unas cuantas flores de lavanda ( media cucharadita por cada kilo de sal), es una excelente opción para dar un toque distinto a la hora de sazonar platillos, como pescados de baja profundidad y de carne blanca, mariscos o vegetales como calabaza y zanahoria.
COLOR Y LIMÓN:
¡Añade color a tu vaso de limonada! La receta es sencilla, prepara una infusión de lavanda; deja reposar por una hora y añade tres cucharaditas de jugo de limón por cada litro de infusión. Refrigera y añade hielos.