Fueron los conquistadores españoles quienes descubrieron el tomate en las tierras andinas, donde era ya muy apreciado.
Su nombre se deriva de la palabra náhualt tomalt, aunque también recibió por un tiempo el nombre de manzana de oro, quizás porque en su origen era de color amarillento y luego creció y se transmutó en el fruto rojo que todos conocemos.
El tomate tardó dos siglos en adaptarse al Viejo Continente y durante mucho tiempo se le consideró una planta medicinal e incluso ornamental.
PROPIEDADES DEL TOMATE
- El tomate pertenece a la familia de las solanáceas. Es una hortaliza rica en agua (93 – 95 %) y en fibra (de 1,5 g a 1,8 g por 100 gr.) y sus hidratos de carbono son esencialmente azúcares de asimilación rápida.
- Pero el principal beneficio del tomate está en la abundante cantidad y variedad de vitaminas y en sales minerales que contiene.
- Su color rojo tan característico es debido a su contenido en licopeno, un pigmento natural que le otorga propiedades antioxidantes, las cuales protegen el organismo de los efectos nocivos de los radicales libres.
EL TOMATE EN LA COCINA
"En tiempo de tomate, no hay mala cocinera" dice un refrán popular que define la importancia del tomate en nuestra cocina.
En efecto, el tomate es un ingrediente indispensable en infinidad de platos de toda la geografía española, y ellos nos aportan todas las propiedades del tomate y sus beneficios.
Formando parte del sofrito, es la base de muchísimos guisos de verduras, huevos, pescados y carnes;
como salsa, acompaña y completa platos de pastas y arroces e interviene en muchos otros platos: purés de verduras, sopas, gratinados, etc.