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Aunque si es verdad que en la cocina está todo inventado, siempre encontramos más y más recetas para compartir; así que os doy la bienvenida a este blog que no pretende otra cosa más que ser un gran archivo, donde además de poder encontrar más de 1.500 recetas de cocina entre saladas y dulces, ¡de momento! (que con vuestra ayuda esperamos que sean más), podéis encontrar también como hacer cócteles, bebidas caseras, conservar y congelar alimentos en casa, algunas recetas paso a paso para principiantes, conocer términos culinarios, despieces de las carnes, calendarios de las frutas, hortalizas, pescados y mariscos, alguna sección nueva que aún nos queda por añadir pero todo en esta linea y ya sabéis si hay alguna cosa que os interese en particular sólo tenéis que poneros en contacto con nosotros en:

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DECANTADORES DE VINO


Distintos modelos de decantadores de vino.



                    
 
El decantador es una vasija, generalmente de cristal, utilizada para decantar (oxigenar y limpiar) el vino.

Los decantadores deben ser de cristal transparente para que el color del vino resalte y se pueda examinar.

Deben tener formas funcionales y simples.

El recipiente idóneo tiene forma abombada y achatada y un cuello estrecho, de más o menos el doble del volumen de la botella de vino que se decanta.

Con ello conseguimos que las sustancias aromáticas se concentren al momento y que el oxígeno entre de forma proporcionada.

Existen dos razones esenciales para decantar un vino:

La primera:

Un vino muy viejo, sobre todo si es tinto, debe separarse del poso que se ha formado en la botella a lo largo de los años.

La segunda:

Un vino joven debe entrar en contacto con el oxígeno para que se desarrollen sus aromas.

Mientras que la separación del sedimento o decantación es una costumbre muy antigua entre los amantes del vino, la aireación de un vino que todavía no ha formado sedimentos es un asunto complicado.

Muchos profesionales insisten en que el vino se abre en la jarra, pero otros dicen que al entrar en contacto con el aire perdería su frescura y su aspecto afrutado.

Los vinos tintos jóvenes que poseen mucho tanino siempre se deben airear.

La jarra siempre se llena hasta la mitad o 1/3 parte, al rededor de una hora más tarde el vino ya ha experimentado cambios, sobre todo de olor y gusto, el aroma se vuelve más complejo.

Por el contrario los vinos tintos suaves se deben servir siempre desde la botella, porque el paso por el decantador haría que tuvieran un gusto metálico.


En el caso de los blancos fermentados en barrica es imprescindible que puedan respirar en un decantador una hora o incluso varias antes de su consumo.