Escrito por: David Harris
Traducido por: María Marcela Mennucci
Si crías tus propias gallinas, limpiarlas antes de
cocinarlas es un paso necesario y sucio; limpiar es sólo un lindo término para
referirse a cortar el pollo y removerle las vísceras.
Antes de llegar a la parte de las vísceras,
primero debes quitarle la cabeza y las patas de la gallina muerta y sacarle
todas las plumas, una vez que el pollo no tenga plumas, es tiempo de retirar las
vísceras de su cuerpo.
Usa el cuchillo para cortar una pequeña abertura
en la parte posterior del pollo (Culo). Con el ave puesto sobre su espalda,
pincha la piel justo arriba del ano con una mano y sostén el cuchillo en un
ángulo vertical con la otra.
Haz una pequeña incisión a lo largo de la piel con
el cuchillo, no cortes demasiado profundo o podrías pinchar el intestino.
Corta a través de la piel y la grasa
cuidadosamente. Si sale algún líquido en este punto, descarta el ave.
Usa tus dedos para agrandar la abertura,
despedazando la piel, ten cuidado de no romper ningún órgano al agrandar la
abertura.
Deja de agrandar la abertura cuando sea lo
suficientemente grande como para meter tu mano dentro; a veces pueden salir
heces del ave en este paso, es normal pero no siempre sucede, usa un grifo para
limpiar las heces, asegurándote de que no entren en la cavidad del cuerpo del
pollo, lava bien la superficie contaminada con las mismas con una mezcla de agua
y blanqueador.
Mete tu mano en el pollo y afloja la parte
interior de cada lado y de la parte superior, raspa los pulmones que están
pegados en las costillas; tira de todas las vísceras hacia afuera por la parte
trasera del pollo.
Ten cuidado de no presionar las vísceras muy
fuerte porque puedes romperlas. Si la vesícula biliar se rompe, por ejemplo,
contaminará todo el pollo y habrá que desechar toda la parte que haya tocado del
pollo. Habrás terminado cuando la cavidad del cuerpo esté vacía; enjuaga al
pollo cuando hayas terminado y tira a la basura todos los órganos.
CONSEJOS
Puedes guardar la molleja, el corazón y el hígado si los usas
para cocinar:
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Abre la molleja y enjuaga cualquier arenilla que pueda tener.
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Abre el corazón y retira el coágulo de sangre si quieres
usarlo.
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Para guardar el hígado, corta el saco biliar del órgano donde
se encuentra con este. No rompas el saco porque la bilis hará que el hígado no
pueda utilizarse.