6-8 personas
INGREDIENTES:
- 1 lata pequeña de leche condensada (397 gr.)
- 125 gr. de mantequilla más una cucharadita para untar el plato
- 1 hoja de gelatina (8-9 g)
- 2 cucharadas de Nesquik de fresa
- colorante rosa de uso alimentario
- 125 gr. de chocolate de postres blanco
- azúcar
PREPARACIÓN:
Ponemos a remojo la hoja de gelatina en agua fría.
En un cazo ponemos la leche condensada con la mantequilla y lo mezclamos bien, a fuego lento, removiendo constantemente hasta que se despegue del fondo del cazo (aproximadamente 10 minutos).
Exprimimos la gelatina para que se desprenda de todo el agua y mezclamos con la leche condensada y la mantequilla hasta que quede una masa homogénea.
Añadimos el Nesquik de fresa y el colorante, mezclamos hasta obtener el color rosa deseado.
Ponemos la mezcla en un plato, previamente engrasada con un poco de mantequilla, y lo dejamos enfriar en la nevera.
Una vez enfriada la mezcla, hacemos las trufas para la cabeza y otras más grandes para el cuerpo.
Cubrimos un plato con azúcar y ponemos las trufas.
Dejamos reposar de nuevo en la nevera unas horas para que coja consistencia.
Clavamos un palillo en la parte superior del cuerpo y encima la cabeza para que queden sujetas.
Fundimos el chocolate blanco al baño maría o al microondas y lo introducimos en una manga pastelera; dibujamos los ojos y la boca.
Encima de un papel vegetal dibujamos las alas y arriba la aureola.
Rellenamos estos dibujos con una capa gruesa de chocolate, colocamos encima los angelitos, dejamos enfriar en la nevera hasta que el chocolate se solidifique.
Con cuidado, despegamos los angelitos del papel vegetal.
Recordar que llevan un palillo en el interior.