Debido a que la sal está compuesta por minerales y no contiene moléculas de carbono, no hay un certificado de orgánico para la sal, autorizado por la FDA. Decir que una sal es orgánica implica en realidad una falsedad.
Por al valor comercial añadido de lo “orgánico” algunas empresas dan este nombre a la sal, y puede ser que lo hagan irresponsablemente. Al igual que la sal Kosher, que un tipo de sal sea llamado orgánico no es garantía de calidad.
Pero también puede referirse a aspectos positivos, como que se ha cuidado la forma en que se procesa la sal, sin aditivos, o que el agua que se ha utilizado para su limpieza es natural, o de manantial.