Es una crema espesa y suave que se hace a partir de la nata y de agentes de fermentación o bacterias. Tiene una textura aterciopelada, y es ligeramente ácida, tiene un sutil sabor a nuez, muy apropiadas para multitud de platos.
Se elabora inyectando cultivos de lacto-bacillus a la nata no pasteurizada y conservándola a temperatura ambiente hasta que se desarrollan y acidifican la crema. Después se pasteuriza para frenar el proceso.
No debemos confundir la crème fraîche o crema fresca con la crema agria, que se diferencian no solo en el sabor si no en que la primera se puede hervir sin que se corte.
Espero que os guste esta receta, un abrazo:
Maribel
Esta mezcla se introduce en un recipiente de cristal tapado y se deja reposar toda la noche a temperatura ambiente (a unos 21º C) para que fermente y espese, el tiempo necesario puede variar entre las 8 y las 24 horas.
Después hay que conservarla en el frigorífico bien cerrada y el plazo de consumo es un máximo de diez días.
Pero cuando la pruebes incorporándola en las salsas, en una tarta de queso, regando unas frutas, un pescado o en la sopa, seguro que tienes que ponerte en marcha para hacer más crème fraîche. Y lánzate a hacer pruebas, porque esta crema también la puedes endulzar o aromatizar con especias para platos dulces o salados.