Durante el verano y la primavera nos apetece hacer planes para salir fuera de casa, y disfrutar del buen tiempo y de la naturaleza.
Organizar un picnic en el campo, en un parque o en la playa puede ser un plan estupendo (y económico) para compartir con la pareja, la familia o los amigos.
No obstante, no podemos perder de vista algunos detalles ya que pueden estropear el momento. Debemos elegir bien los alimentos, las bebidas y el resto de los enseres, es una parte muy importante para que nuestro picnic salga perfecto.
Todos sabemos que el picnic es una comida informal, pero debe contar con una buena planificación, pues al estar lejos de casa no podremos disponer de algunas cosas.
Debemos planificarlo con tiempo y preparar una lista de los enseres que vayamos a necesitar, tales como: platos, cubiertos, el mantel, las servilletas, y recordar el pan, el agua y bebidas.
PREPARACIÓN DEL PICNIC:
Para transportar los alimentos frescos elegiremos mejor nevera que cesta, ésta última podemos dejarla para los enseres y los alimentos enlatados.
Contaremos con suficientes blocks de plástico helados, (mejor que los hielos, pues estos se derretirán con el paso de las horas y estropearan nuestros alimentos) De esta forma tendremos los alimentos lo más frescos posibles.
La nevera portátil, la colocaremos en un lugar donde le de la sombra.
Los vegetales para ensaladas, los llevaremos bien lavados desde casa, y prescindiremos de la mayonesa y el huevo, ya que son problemáticos, es mejor utilizar aceite y vinagre.
Es importante no mezclar los alimentos crudos y cocinados en la misma nevera, para evitar las contaminaciones cruzadas.
Debemos pensar en la comodidad a la hora de comer, hay que tener en cuenta que si vamos a comer en el suelo necesitaremos un mantel amplio y grueso, para aislarnos del suelo, piedras o raíces y de hormigas, si no disponemos de un mantel grueso, podemos utilizar otra pieza para ponerla debajo, pues por muy rico que sea el menú, si estamos incomodos no disfrutaremos o lo haremos menos.
Usaremos la vajilla, cubiertos y los vasos de plástico liviana, que se pueda transportar fácilmente y que no se rompa, también podemos utilizar de usar y tirar, pero no los tiraremos en el lugar del picnic a no ser que tengan lugares destinados a ello, mejor es traerlo con nosotros y tirarlo en los contenedores de basura que seguro encontraremos alguno por el camino.
Algunas recetas, si bien son deliciosas, resultan poco prácticas para un picnic, dado que estaremos en el suelo y con platos y cubiertos algo más endebles que los de casa. Los potajes o las carnes y los pescados con salsa son un buen ejemplo de lo que habría que evitar. Otros platos a aparcar -por comodidad y seguridad- son aquellas preparaciones que contengan huevo poco cocinado, mayonesas caseras o pescado crudo o semicrudo.
Recipientes separados y cerrados. Los alimentos deben llevarse por separado y en recipientes cerrados, de manera hermética.
La mejor opción son los tupper o tyaper. Este consejo vale tanto para las ensaladas, las verduras, el arroz y la pasta, como para los elementos de charcutería y los quesos, que si los envolvemos con un simple papel pueden ensuciar al resto de los alimentos.
Arroz frío, una opción que da juego.
Los arroces aguantan bien el transporte, pero para consumirlos en frío debemos prepararlos de un modo similar a la pasta. En casa, antes de salir, cocemos el arroz durante 18 minutos con agua y sal. Luego refrescamos bajo el grifo y escurrimos para que quede suelto. Lo llevaremos en un recipiente hermético, ya sea para aliñarlo en el momento de comer, servirlo con unos tomates cherry y una salsa pesto, o agregarlo a la ensalada.
Algo de picoteo
Como unos quesos en tarrina para untar en el pan, o algunas conservas (tipo anchoas en aceite, o un sobre de salmón ahumado) con las que elaborar un entretenido entrante. Algún tipo de fiambre -ya sea en lonchas o cortado por nosotros- como fuet, chorizo o una latita de paté, será de gran ayuda para hacer tentempiés muy ricos, acompañados de unas tostas y unos frutos secos, tipo pasas o avellanas.
Es mejor decantarse por productos ligeros y fáciles de comer como bocadillos o sándwiches o alguna ensalada con verduras que llevaremos limpias, secas y sin aliñar. Esto último es muy importante: la vinagreta o el aliño deben ir en un bote aparte, para que cada persona agregue a su gusto en el momento de consumir. Si llevásemos la ensalada ya aderezada, el ácido del vinagre la oxidaría y estropearía su textura y sabor.
Postres y bebidas, tan naturales como se pueda.
La imagen típica del picnic incluye vino blanco, copas y pastel, pero lo cierto es que no son opciones prácticas, a menos que el picnic lo hagamos en el jardín de casa.
Si queremos ofrecer un menú sano y nutritivo, la mejor bebida siempre será una buena botella de agua -o algún zumo fresquito, si cabe- y el mejor postre es, sin duda, la fruta fresca de temporada.