Lavamos bien los pimientos y los colocamos en una bandeja de horno, encendemos éste a 180º C. con aire.
Cuando la piel está tostada y se desprenda de la carne, los pasamos a una cazuela con tapa, y dejamos enfriar del todo.
Cuando estén fríos les quitamos bien la piel, si están bien asados se desprenderá muy fácil, quitamos bien las pepitas y partimos en tiras a lo largo. Colocamos las tiras sobre un colador con un recipiente debajo para recoger el líquido que han soltado, reservamos las tiras de pimiento en el líquido colado, hasta el momento de necesitarlos.
Si son para guardar en frascos terminamos de rellenar éstos con ese líquido.
Por si son para guardarlos congelados, escurrimos bien los pimientos y podemos guardarlos en bolsitas de plástico en el congelador; también podemos guardarlos en tarros de cristal.
- Seguimos los consejos de envasado. Aquí
- Pasamos un paño por los pimientos para dejarlos bien limpios
- Untamos los pimientos con aceite y los asamos, podemos hacerlo en una sartén, o bien en el horno
- Ponemos agua a hervir con sal al 15 % , es decir: 1,5 partes de sal por 10 de agua
- Dejamos enfriar
- Cuando estén asados los pimientos los colocamos sobre una rejilla que pondremos en una cazuela, y taparemos con un paño, se hace de esta manera para recoger el agua que desprendan los pimientos y facilitar el pelado
- Cuando estén fríos los pelamos y quitamos las pepitas
- Si queremos tiras, las cortaremos
- Llenamos los tarros
- Mezclamos el agua con sal con el líquido que han soltado los pimientos y cubrimos los pimientos
- Cocemos 35 minutos