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Aunque si es verdad que en la cocina está todo inventado, siempre encontramos más y más recetas para compartir; así que os doy la bienvenida a este blog que no pretende otra cosa más que ser un gran archivo, donde además de poder encontrar más de 1.500 recetas de cocina entre saladas y dulces, ¡de momento! (que con vuestra ayuda esperamos que sean más), podéis encontrar también como hacer cócteles, bebidas caseras, conservar y congelar alimentos en casa, algunas recetas paso a paso para principiantes, conocer términos culinarios, despieces de las carnes, calendarios de las frutas, hortalizas, pescados y mariscos, alguna sección nueva que aún nos queda por añadir pero todo en esta linea y ya sabéis si hay alguna cosa que os interese en particular sólo tenéis que poneros en contacto con nosotros en:

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CONSEJOS PARA LA CONGELACIÓN CASERA


CONSEJOS:

  • Las frutas: son otro alimento que resisten bien el paso del tiempo dentro del congelador (hasta un total de 12 meses), al menos en el caso de que no sean cítricos, pues pasarían a aguantar 3 meses, pueden congelarse pelados, en gajos o también en zumos o ralladuras.   . Ni la pera, ni la manzana, ni el plátano soportan bien el congelado, el plátano a de hacerse pelado, cortado y guardado en bolsas o taper. La piña sí se puede conservar en su jugo, aunque pierde parte de su sabor. Además también se pueden congelar los melocotones y sus variedades en rodajas, así como las cerezas, frambuesas, moras y arándanos. Su duración puede alcanzar los 12 meses.
  • La mayoría de los vegetales: que se congelan en casa duran hasta 1 año como: 
  • acelgas
  • espinacas
  • berenjenas
  • guisantes
  • brócoli
  • judías verdes
  • zanahorias
  • espárragos
  • alcachofas
Hay otros vegetales que se conservan durante 6 meses y sólo algunas verduras duran menos tiempo:
  • calabazas
  • puerros
  • nabos
  • coliflores
  • coles de Bruselas
  • repollos
  • maíz
Los vegetales que compramos congelados tienen impresa la fecha de caducidad que suele ser mayor que el de las verduras congeladas en casa.

La cebolla y el ajo también admiten congelación, pelados previamente.

Otros como la berenjena o el calabacín deben ser cocinados primero y pueden durar hasta 8 meses en recipientes herméticos.

Carnes y aves: antes de congelarlas conviene sacar el producto del envase inicial, quitar parte de la grasa visible y los huesos.

Pescados: en general, se recomienda que todo el pescado pase por un proceso de congelación al menos 24 horas para evitar el parásito del Anisakis. Además, es un alimento que tolera muy bien el congelado y aguanta meses hasta su consumo. Pescados grasos como el atún o el salmón no deben permanecer congelados más de 1 o 2 meses, mientras que otros como el lenguado o el rodaballo, aguantan hasta 3 meses. No conviene congelar pescado después de haber sido descongelado porque pierde calidad.

Podemos pedir en la pescadería que lo preparen para congelar. Si se hace en casa hay que hacer estos 5 pasos:
  1. des-escamarlo
  2. destriparlo
  3. quitarle la cabeza
  4. lavarlo
  5. secarlo antes de congelar
Pan y dulces: el pan es un producto que mantiene sus propiedades y textura después del congelado. Si lo vamos a consumir en rodajas, tostadas o bocadillo es conveniente congelarlo ya partido. No es necesario descongelarlo antes de consumirlo:
  • Lo metemos directamente al tostador y asegurarnos de que se haga completamente por dentro.
  • También podemos dejarlo descongelar a temperatura ambiente.
Masas: para galletas, mousse de chocolate o brownie hasta 3 meses. 
 
Huevos:  sólo se pueden congelar ya batidos. Si no se quiere batir hay que separar las yemas de las claras y guardarlas en tarritos de cristal.
La conservación

Verduras: se cocinan previamente, o al menos se les da un escaldado o blanqueado, es decir, se sumergen en agua hirviendo durante unos dos minutos. Una vez realizado el escaldado, se escurren y dejan enfriar antes de envasarlas para mejorar su conservación.

Una vez que se recolectan las verduras, se seleccionan, lavan y sumergen en agua hirviendo durante un tiempo breve, con lo que se consigue inactivar las enzimas que intervienen en las reacciones químicas que las envejecen, alargando de esta manera la vida del vegetal.

Los vegetales que vayamos a congelar deben estar sanos y bien limpios, ya que debemos saber que la congelación no mata los gérmenes.

En esta fase se producen mínimas pérdidas de vitaminas del grupo B y C, que son las más sensibles a este tratamiento, pero la pérdida es menor que la que resultaría tras el almacenamiento y la distribución de las verduras frescas; el último paso es la congelación.


Una vez congeladas, las verduras deben mantenerse a -20° C (su congelador da esa temperatura), y para asegurar su calidad no debe interrumpirse esta temperatura. Esto es importante ya que puede ser un refrigerador que no cumpla las condiciones requeridas para su óptima conservación.


Si observamos hielo dentro del envase, tocando o cubriendo el alimento es porque seguramente se rompió la cadena de frío y el líquido celular se transformó en hielo. Esto generalmente sucede porque no se quitó bien el aire o porque el material con que se envol­vió no fue lo suficientemente impermeable para impedir su deshielo.
Ante todo, debemos tener un control de nuestro congelador. Saber que su funcionamiento es el adecua­do y que conserva bien los alimentos, incluso evitando la mezcla de olores tanto del resto de los alimentos como de los recipientes.
  • Los congeladores funcionan mejor cuando están llenos y sin mucho espacio entre los alimentos.
  • Es importante proteger los alimentos para evitar quemaduras de congelación utilizando bolsitas y recipientes.
  • Nunca introduciremos alimentos calientes en el congelador ya que aumentaría la temperatu­ra interna afectando negatíva­mente a los otros alimentos. Dejaremos enfriar por completo antes de congelarlos.
  • Cuando decidamos congelar alimentos crudos, siempre es preferible optar por aquellos que estén bien frescos, de esta manera sus nutrientes se conservarán más, y al momento de descongelar y cocinar, su pérdida no será importante.
  • No es recomendable dejar varios días un producto en la nevera y después querer congelarlo.
  • Debemos asegurarnos que los ali­mentos congelados se hayan descongelado por completo antes de cocinarlos (excepto para hervir verduras que lo haremos congeladas en agua hirvien con sal).
  • Los alimentos que se han congelado y des-conge­lado nunca debemos volver a congelarlos.
  • Si tenemos el congelador lleno, iremos controlando las fechas de vencimiento de sus etiquetas.
  • A los productos caseros es muy recomendable ponerles el tiempo estimado de conservación para que no se nos echen a perder
NO PODEMOS CONGELAR:

  • Los huevos con cáscara
  • La leche fresca se cortará
  • Los huevos cocidos se ponen correosos
  • El queso curado
  • El yogur, la nata, la mayonesa se descomponen.
  • La pasta pierde su textura.
  • Precaución con el marisco y el pescado, a no ser que estemos seguros  que son frescos, muchas veces han sido congelados desde su traslado y no es conveniente volverlos a congelar.

  • Nunca, nunca congelar alimentos por segunda vez. Si usamos por ejemplo unos guisantes congelados para hacer un guiso y  sobra guiso si podremos congelarlo ya que los guisantes han sido cocinados.