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Aunque si es verdad que en la cocina está todo inventado, siempre encontramos más y más recetas para compartir; así que os doy la bienvenida a este blog que no pretende otra cosa más que ser un gran archivo, donde además de poder encontrar más de 1.500 recetas de cocina entre saladas y dulces, ¡de momento! (que con vuestra ayuda esperamos que sean más), podéis encontrar también como hacer cócteles, bebidas caseras, conservar y congelar alimentos en casa, algunas recetas paso a paso para principiantes, conocer términos culinarios, despieces de las carnes, calendarios de las frutas, hortalizas, pescados y mariscos, alguna sección nueva que aún nos queda por añadir pero todo en esta linea y ya sabéis si hay alguna cosa que os interese en particular sólo tenéis que poneros en contacto con nosotros en:

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COMIDAS SOBRANTES




Con los tiempos que corren tirar la comida supone un impacto social, económico y medioambiental. Por ese motivo vamos a ver unos consejos para reducir los desperdicios de alimentos:


Serviremos pequeñas cantidades de comida. Es mejor repetir plato a que sobre comida en ellos. Esta comida se guarda en recipientes adecuados, etiquetados con la fecha de su congelación, fecha de consumo y el nombre del producto.


Platos preparados: 

Se pueden congelar todo tipo de guisos. Lo más práctico es hacerlo en unos tapers aptos para el microondas, de esta manera podemos realizar la des-congelación y calentarlo en el mismo taper en el  microondas. Al comprar estos tapers debemos fijarnos en la parte inferior si sirven para congelar y para el microondas y tampoco estaría de más mirar si sirven para el lavavajillas, pues es genial al lavar a altas temperaturas.

Patatas y pasta: 

Aunque se sí que se pueden congelar yo no os lo recomiendo ya que las patatas se endurecen y la pasta se ablanda

Verduras:

Sirven para al día siguiente podamos preparar un apetitoso puré o una suave crema.

Carne, pescado o pollo cocido:


Podemos utilizarlo para hacer croquetas, empanadillas, rellenar pimientos, dar más sabor a un caldo o a una sopa, para un estofado, incluso, para una ensalada.

Frutas algo tocadas:


Con ellas podemos preparar ricos postres, cómo compotas, macedonias, batidos naturales, mermeladas, bizcochos o tartas, guardarlas en almíbar, o utilizarlas en ensaladas.

Salsas: 


Se pueden congelar en pequeñas porciones, de forma que sólo descongelaremos lo que necesitemos consumir.

Huevos:


A punto de caducar los podemos cocer y prepararlos rellenos de atún, también puedes picarlos e incluirlos en ensaladas, sopas o cremas, revueltos con  restos de verduras, carnes o pescados.

Yogures:

Se pueden utilizar para hacer vasitos con frutos secos, miel o con unas cucharadas de mermelada, como salsas y aderezos en las ensaladas.

Cuña de queso:


Dura la podemos rallar o podemos acumular unos cuantos restos para hacerte una fondue. Es una idea es perfecta para sacar adelante salchichas disparejas o ese filete solitario de la nevera, las fondues de carne son  estupendas.

Pan del día anterior:


Tiene mil y una vidas, se puede convertir en unos picatostes para el puré o para una ensalada, tostarlo para desayunar, para acompañar unas lentejas o una sopa francesa de cebolla.

Pasta o arroz:


Apartamos lo primero lo que no vayamos a comer (sin mezclar con la salsa o los condimentos) y los guardamos en un taper en la nevera, para hacer ensaladas o como guarnición de la carne o el pescado.

Tomates:


Se pueden congelar. Cuando estén a punto de pasarse, los guardamos en el congelador, aunque antes tenemos que escaldarlos durante 10-15 minutos en agua hirviendo y después pelarlos, nos servirán para todo tipo de salsas calientes en platos de arroces, pistos, pastas, pescados como el bonito o la carne en tacos. No perderá ni una de sus propiedades.

Lonchas de fiambre o queso:

Que quedan sueltas por la nevera son perfectas para rellenar quiches o hacer pizzas caseras.

Patatas cocidas:


Podemos hacer un buen puré de patatas, ensaladas camperas, ensaladilla rusa, tortillas o para acompañar estofados.

CONGELACIÓN:

También tenemos esta solución para reciclar más adelante las comidas sobrantes:


Platos cocinados: 

Hacer comida de más cuando se cocina resulta muy útil para solucionar la comida de otros días en los que no se pueda guisar. Se pueden congelar todo tipo de guisos. Lo más práctico es hacerlo en un envase apto para el microondas, lo que posibilita que la des-congelación y que el calentamiento posterior se realice en el propio envase.

Legumbres, sopas y purés: 

Hay que pasar la batidora antes de servirlos.

Salsas para las pastas y lasaña: 

Se conservarán a la perfección sin perder su sabor ni propiedades.

Para congelar los alimentos cocinados debemos esperar siempre a que se hayan enfriado del todo para meterlos en el congelador y de esta forma no alterar la temperatura del resto de los alimentos almacenados.