Es una sal que se ha sometido a una transformación para que absorba humos y obtenga un sabor característico. Se comercializa en dos versiones:
Se usa en algunos platos para potenciar a algunos sabores, esto no aporta ningún beneficio nutricional, además puede incorporar sustancias tóxicas que resultan cancerígenas.
Su única ventaja, es que se suele utilizar sal de mar pura para ahumarla, que es más nutritiva que la sal mesa.
Tras su proceso se pueden destruir muchos de sus minerales y elementos nutricionales, o lo que es peor, es posible que no haya sido ahumada, sino que solo se le agregue un producto químico para darle el color y sabor característico.
Es una sal que se utiliza mucho en la cocina oriental.
Marida bien con pescados de roca y con setas.
De color marrón dorado. La firma británica ofrece esta referencia,
ahumada al roble de forma natural siguiendo el tradicional método del ahumado en
frío. Durante tres días, la sal se coloca en ahumaderos que aprovechan la
corriente natural y se alimentan del humo de las virutas de roble quemando a
baja temperatura.