PUBLICADA POR COCINA. ES
por Sofía Rodríguez
INGREDIENTES:
- 1 berenjena
- harina
- sal
- agua
- aceite de oliva
- miel de caña (opcional)
PREPARACIÓN:
Lavar y pelar las berenjenas. Cortarlas en tiras, de la misma forma que harías si se tratara de patatas para freír. Una vez peladas, echar las berenjenas en un bol con agua y sal y dejarlas reposar un hora para que pierdan el amargor. Escurrirlas y reservar.
Poner abundante aceite a calentar. Echar unas cuantas berenjenas en la harina, embadurnarlas bien, y echarlas en un colador para retirar la mayor cantidad de harina posible. Remover el colador hasta que sólo nos quede una fina capa de harina pegada a las berenjenas (no enharinar más berenjenas, hasta no haber echado la anterior al aceite).
Una vez que el aceite esté bien caliente, echar la primera tanda de berenjenas enharinadas en agua y remojarlas bien (no las toques mucho o se les quitará el rebozado, lo ideal es que la cantidad de agua sea tal que las berenjenas se queden bien cubiertas).
Echar los bastoncitos de berenjena, bien escurridas, al aceite, una a una para evitar que se peguen… Los pasos de enharinar, pasar por agua y freír, deben ser rápidos, ya que si no se hará una pasta y esa no es la intención.
Una vez fritas, pondremos las berenjenas sobre papel absorbente, y gracias al “rebozado light”, veréis como la cantidad de aceite que sueltan, es mucho menor que con un rebozado normal, además quedarán crujientes crujientes. Para darles un toque de sabor, las falsas patatas fritas se pueden acompañar de un poco de miel de caña o miel de flores, con la que conseguiremos un interesante contraste de sabor dulce y salado… No sé cómo estarán con mayonesa y kétchup.