Esta receta de chapata o pan italiano la he encontrado en el blog de María Lunarillos y como la he visto muy bien explicada la he traído para nuestro blog por si alguno os animáis a hacerla.
Está muy bueno.
Maribel
INGREDIENTES:
- 250 g de harina panadera
- 250 g de harina de fuerza
- 350 g de agua
- 1,5 g de levadura de panadero liofilizada (4,5 g de levadura de panadero fresca)
- 10 g de sal
- Algo de aceite de oliva para los recipientes
PREPARACIÓN:
Preparamos la masa mezclando en un bol la harina, panadera y de fuerza, la levadura de panadero y la sal. Vertemos el agua helada. Mezclamos con una rasqueta o con el robot, hasta que se amalgamen.
A partir de aquí amasamos con robot o a mano (con
amasado francés porque la masa es muy líquida) hasta que la masa se afine un poco. La ponemos en un recipiente engrasado con aceite, mejor si es hermético con tapa, pero se puede usar también lámina de plástico bien ajustada, porque lo dejaremos toda la noche en la nevera.
Al día siguiente sacamos el recipiente de la nevera. Para dar más estructura a una masa tan líquida haremos una serie de pliegues o plegados: tomamos un extremo de la masa y lo doblamos sobre sí misma, hasta la mitad. A continuación, tomamos el extremo opuesto y lo plegamos por encima también; en total hacemos dos pliegues, plegando la masa con una carta para meterla en un sobre.
Dejamos que la masa se atempere y siga fermentando a temperatura ambiente tapada y al cabo de una media hora le hacemos otro pliegue en el sentido perpendicular al anterior. Así podemos hacerle hasta tres plegados en total, separados entre sí por una media hora. Después dejamos que la masa acabe de subir, hasta que más o menos doble el tamaño original, aunque mientras hacemos los pliegues sigue subiendo.
Pasamos la masa a la encimera muy enharinada, pues esta masa es muy pegajosa. Con la mano la empujamos por los laterales para hacer un rectángulo. Esta masa no se aplasta para desgrasarla, ojo, sino que dejamos que todas las burbujas se queden para dar luego una miga con grandes huecos.
La espolvoreamos bien de harina por encima y dividimos el rectángulo en dos barras. Enharinamos bien el corte entre ambas. Preparamos una bandeja con
papel de hornear y pasamos las chapatas al papel, cogiéndolas por debajo con delicadeza como se ve en la siguiente foto. Hay que espolvorear con mucha harina en todo momento para que no se nos pegue la masa.
Metemos la bandeja en la solera del horno o sobre una
piedra para pan, con el horno precalentado a 250 ºC; vaporizamos agua con un vaporizador de plantas o poniendo una bandejita con agua dentro del horno. Cocemos las chapatas sin aire los primeros 10 minutos, que es cuando dan la subida. Más tarde podemos conectar el aire y bajar la temperatura para que no se doren en exceso, a unos 180 ºC (con aire). Horneamos otros 20-25 minutos y después apagamos el horno; las dejamos dentro otros 10 minutos para que se seque la corteza. Después las sacamos a enfriar a una rejilla.
La miga tiene un bonito color crema cuando se usan harinas buenas y no industriales, que no están blanqueadas. Además, al no someter el pan a un amasado rápido y violento, como pasa con el pan industrial, no se produce oxidación que blanquee la miga. Y una chapata elaborada con buenos ingredientes y con cariño tendrá un sabor magnífico.