FUENTE DE VITALIDAD PARA NUESTRO ORGANISMO

¡50.000 mil millones! Éste es el número de células que alojan los dos tercios del agua contenida en nuestro cuerpo. Así se entiende hasta qué punto nuestro organismo depende del agua para vivir. Como sucede con el oxígeno del aire, el agua es un elemento primordial para la vida.
El agua en el cuerpo humano tiene mayoría absoluta: ¡constituye el 60% de nuestro peso total!
ATENCIÓN A LOS MAYORES:
Agua absorbida:
- El agua de las bebidas (1,5 l/día)
- El agua de los alimentos (0,9 l/día)
- El agua producida por la combustión de los alimentos (0,6 l/día)
- respiración (0,5 litros/día)
- perspiración y transpiración: 0,9 litros (más en caso de transpiración debido al calor)
- orina (1,5 litros/día)
- heces (0,1litros)
Agua utilizada por el organismo:
- la saliva: alrededor de 1 litro por día
- los jugos gástricos: entre 2 y 2,5 litros
- la bilis: 0,5 litros
- los jugos pancreáticos: 0,7 litros
- secreciones intestinales: alrededor de 3 litros
- la sangre contiene alrededor de 3 a 4 litros de agua
De todas las bebidas, el agua es la que nuestro cuerpo requiere y prefiere. Nuestras células, tejidos y sangre están principalmente compuestos por agua. Por eso, ¡nuestro cuerpo la necesita todos los días!
Beber: una acción vital
El motor que funciona con agua ya existe: ¡es nuestro organismo! Entre el agua y nosotros, existen muchas afinidades: ¡del 60% al 65% del peso del cuerpo de un adulto se debe al agua que contiene! Es la prueba de cuánto necesita el organismo el agua para su buen funcionamiento.
El agua, componente de la sangre en un 79%, permite el transporte de nutrientes, vitaminas, minerales y oligoelementos hacia las células. Mediante su evaporación (transpiración y perspiración), garantiza nuestra regulación térmica. Además, el agua participa, mediante la formación de la orina, en la eliminación de las impurezas ayudando a los riñones en su trabajo de filtración.
Cada día, eliminamos agua por perspiración (pérdida no perceptible de sudor) y transpiración, expiración de vapor de agua mediante la respiración, orinas y heces. De esta forma, nuestro organismo pierde al menos tres litros de agua de los 40 litros que componen nuestro cuerpo. A este ritmo, ¿qué quedaría de nosotros si no la reemplazáramos?
Los alimentos nos permiten reemplazar 0,9 litros (de 0,5 litros a 1 litro), nuestro cuerpo produce 0,6 litros (agua endógena) mediante la combustión de grasas y glúcidos. Resta encontrar, cada día, 1,5 litros de agua. Es exactamente la cantidad que debemos beber cuando se vive en un país con clima templado. Y mucho más si hace calor y si las pérdidas aumentan debido al sudor.
La bebida de la mañana
Incluso sin beber, sin comer y sin hacer ninguna actividad, perdemos de todas formas 1,2 litros de agua, un líquido que es obligatorio reemplazar para sobrevivir. Perdemos sobre todo aproximadamente 1/2 litro de agua durante la noche. De ahí la importancia del agua y de beber agua por la mañana, al despertar y antes del desayuno.
Des-hidratación: ¿grave o fatal?
Nadie puede quedarse sin beber agua más de 2 a 5 días. La deshidratación constituye un riesgo mayor para todo el mundo, pero sobre todo para los bebés (el agua representa en promedio el 75% del cuerpo del bebé), las personas de edad avanzada y los deportistas. Una pérdida del 10 al 15% de agua del cuerpo puede ser mortal.
Asimismo, otras repercusiones de la deshidratación sobre el organismo pueden tener graves consecuencias: dolores de cabezas, pérdida de conocimientos, alteración de los reflejos al conduc, etc.
Eliminación: un caudal para dos riñones
Permanentemente, la sangre está filtrada por los riñones que le quitan sus impurezas. ¡Cada día, pasa el equivalente de 1700 litros de agua por los riñones! ¡Un verdadero caudal! Cuanto más importante es el caudal, mejor es el funcionamiento de los riñones y su trabajo de filtración. Por eso es importante beber agua. Por el contrario, un consumo insuficiente de agua puede acarrear infecciones urinarias y provocar la formación de cálculos al concentrarse excesivamente la orina.
Tipos de aguas envasadas
España es un país con una gran riqueza en aguas subterráneas que cuenta con numerosos y variados manantiales de los que emanan diferentes clases de agua muy recomendables y saludables para su consumo.
Aguas minerales naturales
Son aguas de origen subterráneo, protegidas contra los riesgos de contaminación, bacteriológicamente sanas y con una composición constante en minerales y otros componentes, lo que les confiere propiedades favorables para la salud.
Aguas de manantial
Son aguas de origen subterráneo que emergen espontáneamente en la superficie de la tierra o se captan mediante labores practicadas al efecto.
Aguas preparadas
Las aguas preparadas son aquellas que han sido sometidas a los tratamientos fisicoquímicos necesarios para que cumplan los mismos requisitos sanitarios que se exige a las aguas potables de consumo público.
El agua mineral
Los minerales que surgen de las rocas se vuelven invisibles en el agua. Sin embargo, permanecen en ella y mantienen todas sus propiedades. Las aguas minerales naturales contienen cantidades constantes y significativas de estos minerales.
Aguas benéficas
El recorrido del agua en la napa subterránea puede durar decenas y centenas de años, incluso miles de años. Es el tiempo que necesita para cargarse de minerales y oligoelementos al atravesar las rocas.
Para ser mineral, se necesita constancia
Una vez que se comprueba su recorrido geológico, el agua mineral se somete a la legislación en vigencia. En España, la legislación es rigurosa, puesto que para otorgar el codiciado título de «agua mineral natural», la misma exige que el agua posea una composición constante. Por lo tanto, su mineralización es constante y sus efectos favorables para la salud.
Todos los organismos necesitan sales minerales
Árbol o flor, gato o pez rojo, hombre o mujer... todos tenemos un punto en común: necesitamos sales minerales para estar en forma. Esenciales para el buen funcionamiento del organismo, los principales minerales son el calcio, el magnesio, los bicarbonatos, el potasio y los sulfatos, y están presentes en la mayoría de las aguas minerales. Los estudios muestran que el contenido de minerales de ciertas aguas son biodisponibles, es decir, asimilables directamente por el organismo.
Los oligoelementos: infinitamente útiles
Los oligoelementos que se encuentran en pequeñas cantidades en los seres vivos participan en numerosas reacciones bioquímicas en el cuerpo humano. La mayoría se encuentran en la composición de las aguas minerales naturales. Sin duda, el hierro y el flúor son los más conocidos por sus acciones respectivas contra la anemia y las caries.
Los oligoelementos:
- Flúor: Acción contra las caries
- Boro: Acción sobre la estructura ósea
- Cromo: Participa en la gestión de los glúcidos y lípidos
- Cobalto: Componente de la vitamina B12
- Cobre: Interviene en el funcionamiento de las enzimas, la síntesis de las proteínas y la formación de glóbulos rojos
- Hierro: Uno de los elementos esenciales de la hemoglobina (sangre)
- Yodo: Componente de la hormonas de la glándula tiroidea
- Litio: Influencia en el equilibrio nervioso
- Manganeso: Indispensable para la acción de ciertas enzimas, mejora la glicemia
- Molibdeno: Constituyente de ciertas enzimas
- Selenio: Protección de radicales libres, neutraliza la oxidación celular
- Silicio: Actúa sobre la estructura ósea
- Estroncio: Interviene en la formación ósea
- Vanadio: Activador del crecimiento
- Zinc: Presente en numerosas enzimas, interviene en la síntesis de las proteínas.
- El Calcio
Elemento esencial para el crecimiento, la formación y la solidez de los huesos, el calcio participa también en la coagulación y el control del ritmo cardíaco. El calcio de las aguas minerales completa perfectamente el de los productos lácteos y ofrece una buena asimilación.
Observación: un >agua rica en calcio durante las comidas previene los cálculos renales. El agua bloquea la absorción del ácido oxálico (ácido cuyas sales se encuentran en ciertas plantas ácidas como las espinacas, el ruibarbo, los espárragos y la acedera). Aportes cotidianos recomendados: 800 mg para los adultos, 1200 mg para las mujeres embarazadas o que dan de mamar y para las personas de edad. - El Magnesio
Presente en los cereales completos, las verduras, los frutos secos y el chocolate, el magnesio que asimilamos alcanza pocas veces la cantidad aconsejada. Sin embargo, este mineral contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso y a la relajación muscular, combate la fatiga, desempeña un papel en el tratamiento de los dolores de cabeza y de los problemas de sueño.
En resumen, ¡participa en 300 reacciones de nuestro cuerpo! Es necesario saber que un agua mineral rica en magnesio puede cubrir hasta un tercio de nuestras necesidades diarias de magnesio (Hépar: 110 mg/litro). Aportes cotidianos aconsejados: 350 mg por día para el adulto y el adolescente, 500 mg para el deportista y la mujer embarazada o en lactancia.
Otros minerales existentes en las distintas aguas envasadas
Aunque menos conocidos, son de gran utilidad.
- Potasio: actúa sobre la contracción muscular.
- Sodio: contribuye al equilibrio de agua de nuestros tejidos y a la transmisión del flujo nervioso.
- Bicarbonato: vital para el mantenimiento del equilibrio ácido de base y el pH de nuestras células.
- Cloruros: están presentes en nuestros líquidos intracelulares.
- Sulfato: elemento esencial para el cabello, los vasos sanguíneos y los tejidos conjuntivos, favorece la eliminación de las toxinas.
Índice de mineralización: una primera selección
¿Cómo elegir el agua envasada? En primer lugar, en función de las necesidades minerales que tu médico te pueda ayudar a determinar.
En segundo lugar, leyendo con atención la etiqueta. ¿Qué nos indica? El residuo seco, la primera clasificación de mineralización.
Define el índice de elementos minerales recogidos tras la evaporación de un litro de agua sometido a una temperatura de 180° C.
- de 0 a 50 mg/l: mineralización muy débil.
- de 50 a 500 mg/l: oligo-metálicas o de mineralización débil. Viladrau, Perrier.
- de 500 a 1500 mg/l: sin categorización específica.
- + de 1500 mg/l: agua rica en sales minerales. San Narciso.
Ajuste su selección con el tipo de mineralización, según la clasificación europea:
- cálcica + de 150mg/l de calcio
- magnésica + de 50 mg/l de magnesio
- fluorada + de 1 mg/l de fluor
- bicarbonatada + de 600 mg/l de bicarbonato
- sódica + de 200 mg/l de sodio
- sulfatada + de 200 mg/l de sulfatos