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Aunque si es verdad que en la cocina está todo inventado, siempre encontramos más y más recetas para compartir; así que os doy la bienvenida a este blog que no pretende otra cosa más que ser un gran archivo, donde además de poder encontrar más de 1.500 recetas de cocina entre saladas y dulces, ¡de momento! (que con vuestra ayuda esperamos que sean más), podéis encontrar también como hacer cócteles, bebidas caseras, conservar y congelar alimentos en casa, algunas recetas paso a paso para principiantes, conocer términos culinarios, despieces de las carnes, calendarios de las frutas, hortalizas, pescados y mariscos, alguna sección nueva que aún nos queda por añadir pero todo en esta linea y ya sabéis si hay alguna cosa que os interese en particular sólo tenéis que poneros en contacto con nosotros en:

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ROSCAS DEL CANDIL


CANDIL O BUÑOLERA

Seguramente que en los hipermercados habéis visto este aparatejo y habéis pensado que era para hacer buñuelos, pues sí lo es, pero también se hacen con él, las maravillosas roscas del candil, aquí os dejo la receta para que las probéis, están de vicio, ja ja, a mi me chiflan.

Maribel

ROSQUILLAS DEL CANDIL

INGREDIENTES:
 
  • 100 ml. de leche entera
  • 100 ml. de anís seco
  • 200 gr. de azúcar
  • 1 sobre de levadura
  • ralladura de un limón
  • 350 gr. de harina de repostería
  • 4 huevos
  • 100 ml. de aceite de girasol para freír las roscas
  • una cáscara de limón para aromatizar el aceite
PREPARACIÓN:


Ponemos a calentar el aceite de girasol con una cáscara de limón. Seguidamente, retiramos la cáscara de limón y colamos el aceite. Reservamos.

Batimos bien los huevos, añadimos el resto de los ingredientes con la harina tamizada y seguimos batiendo. La consistencia de esta masa es bastante más ligera que la de otras roscas, de ahí que no se trabajen con las manos.

Ponemos el candil a calentar en una cazuela honda con el aceite aromatizado. Sacamos el molde del aceite y rellénalo hasta la mitad con la ayuda de un cucharón. Introducimos en la cazuela, poco a poco se despegan. Cuando tengamos las roscas doradas de un lado, les damos la vuelta con cuidado de que no se rompan.

Una vez fritas las sacamos del aceite y las ponemos sobre un papel absorbente para que pierdan el exceso de aceite. Dejamos enfriar, las podemos espolvorear con azúcar, o bañarlas en chocolate.