En el embarazo cuidar nuestra alimentación es muy importante para que la gestación vaya bien. Por eso hay algunos alimentos que debemos evitar o tomar en pequeñas cantidades. Nuestro cuerpo nos lo agradecerá.
Excitantes
La
cafeína y otros excitantes traspasan la barrera de la
placenta y afectan al
feto. Por eso, durante el embarazo es mejor tomar descafeinado.
Refrescos
Los
refrescos producen sensación de hinchazón a la futura mamá y, además, contienen cantidades excesivas de azúcar. Por eso es mejor no tomarlos o limitarlos a pequeñas cantidades.
Sal
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El
exceso de sal puede producir retención de líquidos y aumentar la
tensión arterial, dos cuestiones que debe vigilarse atentamente durante el embarazo.
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No se trata de eliminarla por completo de la dieta (salvo prescripción médica), pero sí de consumirla con moderación y evitar productos que contienen demasiada cantidad, como aperitivos de bolsa o alimentos precocinados.
Pescados de gran tamaño
El atún, el pez espada, el tiburón…contienen más cantidad de mercurio que otros más pequeños por ser más longevos y estar expuestos durante más tiempo a la contaminación de los mares. El mercurio es un potente neurotóxico que puede afectar al feto en el desarrollo.
La mayor concentración de mercurio se encuentra en la
piel del pescado, por lo que es una buena precaución retirarla.
Azúcar
Grasas de mala calidad
Como las contenidas en precocinados y bollería industrial. La
grasa es indispensable durante el embarazo puesto que tiene un papel fundamental en el
desarrollo del feto, ¡no es momento para dietas! Pero se debe optar por grasas saludables como el aceite de oliva o el de girasol.